[ My life, my mind... ]


martes, 3 de febrero de 2009

Noche mágica...con Javier Ruibal

[Noche del 1 de Febrero de 2009. 03:30 a.m]

Y aún no me lo creo, acabo de llegar a mi casa tras pasar una de las mejores noches de mi vida, y seguramente de las más inolvidables sin ninguna duda.
Todo comienza por la mañana, esta mañana, me despierto, me levanto, me preparo y llamo a Javi Ruibal, batería/percusionista/profesor/amigo de El Puerto, para asegurarme de lo que mi pequeña Beatrice me había comentado hacía unos días: que Javier Ruibal venía a tocar a Barcelona y Javi, su hijo, venía a tocar con él.
Javi confirma y voy al ciber a hacer unas cosas y a buscar la entrada, llamo a mi primo para que venga, peor como siempre, en algún que otro rodaje, y con el móvil apagado, me es imposible contactar con él.
Saco mi entrada del cajero, vuelvo a casa, como, estudio, atardece y quedo con un primo de San Fernando que hacía tiempo que no veía, tomamos café mientras el Barça gana, y luego, con un mapa casero en mi cuaderno, salgo en busca del “Teatro Joventut”, en L’Hospitalet, y tras varias vueltas encuentro el lugar, cuando em dispongo a entrar y alguien al que yo no veía, me chista. Era Dan Urbano, un cantautor de aquí que conocí con mi gran Tamayo al final de otro concierto de Javier Rubial al que, por algún imprevisto imperdonable, no pudimos asistir.
Todo continua y charlamos, me presenta a otro artista llamado Miguel Aranda, todo con intercambio de móviles incluido, por supuesto, y pasamos a ver el gran esperado concierto de los dos grandes gaditanos, uno de ellos, el gran Javier Ruibal, pregonero este año en los carnavales de Cádiz, y de un guitarrista almeriense que no veas como toca, llamado Antonio Gómez.
El concierto: impecable, impresionante, inmejorable, increíble, muchas palabras así son pocas, había momentos que me ponían los pelos de punta. Inolvidable.
Tras el concierto, salimos fuera, llovía, y esperamos a los artistas, charlamos un rato mientras ellos esperan taxi con el equipo, y tras esto, Javi me dice que si quiero ir con ellos a cenar y a tomar algo. Yo, como es normal, flipando con la invitación, y con mucha cosa dentro, pero muy ilusionado, acepté lógicamente, ¿cómo decir que no?.
Fuimos en taxi a un bar en el raval donde nos atendieron y comimos de lujo y del cual no recuerdo el nombre, era muy muy raro, pero muy agradable. Cenamos de puta madre, charlamos, reímos contamos chistes, compartíamos historias, desde las 23, hasta las 1 de la noche.
Yo flipaba, era increíble lo que sentía, fui al baño y me decía a mi mismo: “Tío estoy con los rubial cenando y pasando noche como si fuéramos colegas de toda la vida, todos juntos en una mesa” Javier es alguien al que, desde que mi gran Tamayo me contagió, siento una admiración tremenda, son unos músicos geniales.
Tras los platos nos fuimos, paseando por el raval y la rambla con la llovizna, hasta llegar a la Plaza Real, donde fuimos a un local oculto en un 2º piso de uno de los edificios, llamado “El Club de la Pipa”. Todo esto porque luego estaba lleno de pipas antiguas y sus historias de elaboración y todo muy antiguo y acogedor.
Allí tomamos algo y seguimos con las risas, hasta hace un rato, ya que acabo de volver, y yo más que nada, soñando, no creía lo que veía en ese momento, ¿qué hago yo allí con los tres músicos (Antonio Gómez se unió tras cenar) y mas personas del mundillo?.
Y todo culminó cuando el gran maestro Javier Ruibal, me dice tras una risas de algún chiste que habían contado: “Oye Monchu, a ver cuando te veo tocar y tocamos juntos, tienes que hablar con Javi, os venís a casa y preparamos algún que otro tema mío juntos, tu tocas la batería y mi hijo el cajón, y así te subes a un concierto cuando quieras.”
Vale. Yo después de eso, quiero despertar del todo porque no me podía estar pasando. Yo no sé ni lo que pensé, por supuesto dije que sería un placer, que no tenía palabras, sería todo un honor y que ojalá pronto se haga.
Señores, a ver, Javier Ruibal me lo dijo a mí, aparte de que no tenía que haberle dicho yo en ningún momento (ni pensarlo, con lo grande que es): “ Oye Javier a ver si algún día tocamos juntos o algo...” Nada nada, él a mí! Dios! Si esto es un sueño despertadme ya, no quiero sufrir más! Esto es como un sueño desde que comencé en condiciones en esto de la música. ¿Cómo es posible? No me lo creo, vaya tela... Es muy fácil decirlo, pero como ya digo, desde que sé que solo quiero música en mi vida, uno de mis sueños erap asar un rato así con ellos, que vale, ya está cumplido, pero algo como esa proposición...no lo había imaginado que pasaría alguna vez, no tiene sentido, al revés si, pero de tal forma...
Prometo que, mientras los veía tocar, en concreto a Javier Ruibal cantando y a la guitarra, pensaba: “Ojala algún día pudiera tocar con este genio...bah, pero teniendo al hijo...pa qué sufir soñando eso...”
Y es que es un sueño, un sueño que el me ha propuesto cumplir. Y un sueño que ahora veo no tan imposible, lo veo algo más posible y cercano. Hay alguna remota posibilidad!.
La verdad es que no sé por qué, ni cómo, si será el destino o no, o el puto karma, o si le caigo bien, o si simplemente he tenido una suerte increíble, o a lo mejor es todo junto, pero quizá haya estado en el lugar exacto en el momento exacto, y me ha pasado.
Ahora, tras despedirme, cogí un nitbus, vuelvo a mi cuarto y no tengo más remedio que soltarlo, escribirlo, compartirlo así hasta mañana que se lo pueda contar a mis cercanos, ya que es domingo, son casi las 4 de la madrugada y, teniendo mañana una prueba de nivel a las 12.15 y teniéndome que levantar a las 7, necesito dormir y asimilarlo. No es plan de llamar a nadie.
Solo me queda dormir, soñar, seguir pensando en ese sueño que, cada vez más cerca, persigo con la ilusión más grande de este mundo.

Mucha más paz!

ml.


No hay comentarios: